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Minimalismo extremo: ¿Te animarías a vivir con menos de 100 cosas?

¡Holus! Esta semana un amigo compartió en Facebook este video que hablaba brevemente de una tendencia que gana terreno entre los jóvenes orientales: el minimalismo extremo.




Tengo que decir que yo soy un poco desapegada naturalmente de los objetos, e intento a conciencia tener lo menos posible (obviamente que se me acumulan los papeles; por ejemplo, me sucede con los comprobantes de pago de los impuestos. Tengo una carpetita, pero no me sale archivar ordenadamente). Sin embargo, en caso de una mudanza de oficina por ejemplo -ya ha pasado- yo puedo mudar lo mío en un solo viaje mientras otros compañeros tienen cajones llenos de cables, cuadernos, apuntes, adornitos, etc. Yo, jamás.

En fin. En este blog querido Tengo que Ordenar ya hemos visto los beneficios de deshacerse de los objetos que no usamos en nuestro bello post sobre Marie Kondo, y el minimalismo extremo está muy relacionado a esta idea. Deshacerse de los objetos innecesarios, vivir con lo que es indispensable, no acumular por supuesto. Recuerdo que mi hermano salía con una chica cuya familia era muy anti, bien pragmática, y cada vez que les encajaban un souvenir en alguna fiesta, lo tiraban a la basura ni bien llegaban a la casa. Parece medio crudo, pero me parece absolutamente sano (detesto el género ADORNITO).

Es así que me puse a averiguar, no solo para hacer un post en Tengo que Ordenar sino para intentar aplicar algo de esto en mi propia vida, o al menos ir un paso más allá de lo que ya hago (que es muy poco comparado con la gente que está en esto, pero mucho comparado con el común de las personas que una conoce.)

Quitarle fuerza emocional a los objetos

Una cosa que me gusta hacer muuuucho es "quitarle fuerza emocional"  a todo objeto de consumo, como se puede leer en el encabezado. Me cuesta entender a la gente que se bloquea cuando tiene hambre, por ejemplo, y no puede trabajar o estudiar si no come debido al malhumor. (Sacamos de acá a la gente que sufre verdaderas privaciones, por supuesto). Así, me parece que si le quitás a la comida -o a cualquier objeto de consumo- el poder de definir tu humor y tus límites, estás realizando un ejercicio de microlibertad, por decirlo de alguna manera. El minimalismo extremo tiene mucho de estas microbatallas contra la mistificación del consumo, la mistificación de la felicidad a través de la posesión, es decir que si a veces te planteás estas cosas es muy probable que esta "moda" te atraiga filosóficamente. No es nueva, claro, pero hoy en día, con unos pocos dispositivos mobile la mayoría de la gente puede vivir conectada igual que cualquiera. 

Una breve guía

Buscando en Internet me encontré con un ebook muy cortito de apenas 63 páginas que explica formas muy puntuales y claras -no por eso menos difíciles- de convertirse al minimalismo extremo. 
El libro se llama "El arte de ser minimalista. Como dejar de consumir y empezar a vivir" y es de Everett Bogue. Pueden verlo acá (yo me lo bajé al teléfono y lo leí en un par de horas). 

Lo que Bogue plantea es algo parecido a lo que dice Marie Kondo, es decir, hay que preguntarse objeto por objeto si realmente lo necesitamos. En el caso de Bogue no te pide que verifiques si el objeto "destila felicidad", simplemente que te preguntes por su utilidad. Sin embargo, Bogue sube la apuesta y pone un número de objetos por persona: 100 a 150. También hace foco en otras áreas de la vida, no solo la organización. De hecho, para él la buena organización es apenas una consecuencia de este cambio estructural de vida. Especialmente, Bogue insiste en la forma de trabajo, alentando a que todo el mundo "viva su sueño" y trabaje por su cuenta. Creo que lo que escribe está medio pensado para el primer mundo, pero muchas de sus observaciones e ideas son perfectamente aplicables a la realidad de nuestros países / situaciones laborales / condiciones sociales. Una foto del cuarto de Bogue no difiere mucho de mi cuarto, que siempre me gusta definir como la cucha de un perro. Me encanta que sea simple, sin nada de más y, a qué negarlo, CROTO. Igualmente eso va con cada personalidad. 



Por dónde empezar
Hace unos meses, tuve cambios en mi vida que no esperaba. Varias cosas de las que estaba segura me empezaron a hacer ruido y entonces decidí alejarme de eso que no me hacía sentir bien (una relación de varios años y un trabajo nuevito de apenas un año, por ejemplo). En medio de toda esa decisión, aposté fuerte a posibilidades bastante irreales que pueden ser pavadas, pero están saliendo de a poco. Todo ese TORMENTOR me llevó a tener la cabeza bastante cambiada por no decir cascoteada y entre otras cosas me hice vegana, me deshice de mi auto, voy al trabajo en bicicleta, trabajo a 15 minutos de mi casa, etc. 
Es en este contexto de confusión mental porque a pesar de que es un proceso 100% positivo, es eso, esperar cualquier cosa de la vida porque total todo se va a la mierda solo, que me planteo que me encantaría tener mi casa lo más vacía posible. Enfrentar la nada de las repisas, o que directamente no haya repisas. No tener la vista ni la mente ocupadas por objetos que de todas maneras no uso. 
Así, pensando en esto, voy a empezar a deshacerme de cosas por áreas. Biblioteca y cajones de la cocina son los primeros candidatos. Luego la ropa, y así. Creo que a partir de esta semana voy a empezar. Por supuesto, lo contaré en este espacio que hemos dado en llamar Tengo que Ordenar ♥




Comentarios

  1. Me encanta la idea Maru !!!
    Yo tengo un trauma con el orden......SOY DE TERRORRRR, quilombo total por toda mi casa. Por favor contá como es el proceso, para mí va a ser genial e inpirador. Por lo pronto voy a comenzar con el libro que describís.

    GRACIAS POR EL IMPULSO, LO ESTABA NECESITANDO !!!! NADA PASA PORQUE SÍ

    ResponderEliminar
  2. Wuauu !!! Gracias por responder mi comentario , de verdad estoy muy abandonada con el orden y la limpieza (porqué no admitirlo ) .
    Tengo un taller de herrería con mi marido en casa, 2 perritos adorables ( con la salvedad que son Raza Dogo Argentino : léase terribles bestias ) y bueno, yo sola para la limpieza y el orden.
    Mi idea es empezar con un ambiente a la vez : Hasta que no lo termino de ordenar y limpiar no comienzo con el siguiente. Total mi casa es un kilombo por naturaleza entonces, como puedo convivir en medio del desastre sin que se me piante un lagrimón pienso que puedo aguantar a que le llegue el turno a cada uno.
    Bueno, disculpá que hice catarsis con vos pero siento que podés llegar a entender lo que me pasa y ya me pongo a leer el libro.
    Besosss.

    ResponderEliminar

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